miércoles, 5 de septiembre de 2012

Dos años sin Shoya.

Hoy es 5 de septiembre, y hoy se cumplen dos años de una inolvidable y fatídica carrera en Misano. En el asfalto del circuito italiano perdimos un talento, un prometedor piloto... pero sobre todo una gran sonrisa.

Aún recuerdo la felicidad que desprendía aquel joven piloto japonés de 19 años que escribió la primera línea de la historia de la que por entonces era una categoría nueva, de Moto2. Porque Shoya Tomizawa fue, y siempre será, el primer ganador de una carrera de Moto2. Entre la oscuridad de aquella noche Catarí, él y su sonrisa brillaron más que cualquier estrella del universo, demostrando que aquella victoria le hizo ser la persona más feliz sobre la tierra. Había conseguido un sueño: ganar una carrera del Mundial de motociclismo. Esa línea dorada de la historia de este deporte siempre será suya.

Aquel piloto japonés que prometía llegar alto, se fue mucho antes de lo esperado. Y aunque nada podemos hacer para devolverle aquello que amaba, podemos seguir recordándole siempre feliz, ya que si algo no dejaba jamás, era la sonrisa. Esa sonrisa que nos iluminó a todos y que sigue dando luz a este deporte para que nunca deje de crecer. Justo lo que él querría: hacer crecer este deporte. Y como no hay mejor recuerdo que cumplir lo que a él le gustaría, recordémosle así. Sonriente.

Era un piloto especial, diferente, atrevido... y eso es lo que le llevó a liderar un campeonato del mundo, a hacer realidad su sueño. Él ayudó a hacer este mundo más grande, y por él, como por todos los que se dejaron la vida haciendo lo que más les gustaba, seguiremos adelante.

48, para siempre. 

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